Crispi & Cake

Aunque estaréis todos con los últimos preparativos para celebrar la última noche del año no quería dejar de publicar mi última entrada del 2013.

Estas galletas son la tercera edición de "galletas navideñas" que hago (espero que se note un poco la mejora) y es que aunque para mi requieren, por la glasa, un gran trabajo y paciencia, tengo como misión hacer unas siempre por estas fechas. (Galletas navideñas I y Galletas navideñas II).

La receta de la masa es la misma que para las Galletas Ginger man. Así que esta vez os hablaré de la glasa, mi gran punto débil.

Ingredientes:
Fuente: basada en el blog Dulcekoala.

Glasa con polvo de merengue

500 gr de azúcar glas
12 gr de polvo de merengue
80 gr de agua templada
1 cucharadita de sirope de maíz Karo (optativo, es para darle más brillo a la glasa)
Media cucharadita de esencia al gusto (incolora para que la glasa se mantenga blanca)

Elaboración:

En un recipiente batimos con varillas eléctricas el polvo de merengue y el agua durante al menos 1 minuto. Después añadimos de golpe el azúcar glas y el sirope de maíz. Batimos a velocidad media y añadimos el aroma. Una vez tengamos la consistencia deseada tapamos con papel film para que no se seque.

Y aquí viene, para mí, la parte complicada. Las consistencias:

Con los pasos que hemos seguido hemos obtenido la glasa de escritura o delineado. Dicen que tiene una textura similar a la pasta de dientes por lo que tiene que se firme, para delinear la galleta, escribir y demás.

Después tenemos la glasa de relleno. Para conseguirla tenemos que ir añadiendo poco a poco agua e ir removiendo (me sirvo de un difusor con agua para no pasarme, mejor quedarse corto he ir añadiendo agua). Esta textura tiene que ser más líquida ya que sirve para rellenar la galleta. Se supone que la tenemos lista cuando al pasar un cuchillo por la glasa esta se vuelve a fundir quedando una superficie lisa. Yo también la dejo caer con una cuchara y si no para de caer (al contrario que la de delineado que es a pegotes) está lista.

Poco os puedo aconsejar sobre las consistencias de la glasa ya que como he dicho no es mi punto fuerte, al contrario, sufro con ello. Y más cuando quedan burbujas de aire.

Una vez tengamos las consistencias separamos en cuenquitos según los colores que queramos teñir. Después, rellenamos las mangas pasteleras con boquilla de 1mm para el delineado y boquillas 2mm o 3mm para el relleno (también podemos utilizar biberones).

Por último trabajamos con las galletas con paciencia y pulso.
Hay que dejarlas secas unas 24 horas.

No soy una experta en galletas y el ejemplo está en estos renos que quedaron llenos de burbujas y agujeros (además de una foto borrosa). Os los muestro como ejemplo de como no deben quedar las galletas y porque aún así me parecían muy simpáticos, pobretes.

Con estas galletas sigo con mis ejercicios hacia la galleta decente jejejeje.

Gracias por acompañarme todo este año, nos vemos el que viene.
Os deseo un ¡¡¡¡¡Feliz 2014!!!!. Que este nuevo año este lleno de alegría y esperanza.

Este es uno de los postres que llevo posponiendo años y no por falta de ganas si no que siempre, por una u otra cosa, se quedaba a la espera.

Tengo que agradecer al blog Igloo Cooking que fue el que me animó a, por fin!!!!, hacer esta receta y en el que me basé para ella. La única diferencia es que en vez de relleno de turrón, muy rico y típico en estas fechas, utilicé algo más típico de México que es la Cajeta (quemada) y que además me regaló Esmeralda.

Nunca había probado la Cajeta, erróneamente la creía similar al dulce de leche, que no es de mis sabores favoritos, pero nada que ver. La Cajeta es mucho más suave en sabor y textura ya que su mayor diferencia es que se realiza con leche de cabra. Así que me encantó y seguro que volverá a ser ingrediente en uno de mis postres. No sé si será fácil o no poder encontrarla en España.

No se trata de una receta difícil aunque si he sufrido de lo lindo con el montaje.

Ingredientes:
Fuente: basada en el blog Igloo Cooking.

Bizcocho genovés

4 huevos
100 gr azúcar
120 gr de harina
Pizca de sal

Almíbar

100 gr de azúcar
100 ml de agua
2 cucharadas de licor
Gotas de zumo de limón

Mousse de Cajeta quemada

500 ml de nata
50 ml de leche entera
50 gr de azúcar
150 gr de Cajeta quemada
Un sobre de gelatina neutra (10 gr)

Cobertura de chocolate

200 gr de chocolate negro para fundir
0 gr de mantequila
50 ml de agua

Elaboración:

Bizcocho genovés
Separamos las claras de los huevos y las montamos con el azúcar. Incorporamos, con cuidado, las yemas, la harina y la sal y batimos. Una vez tengamos una masa homogénea la vertemos sobre una bandeja de horno a la que habremos colocado papel de hornear. Extendemos hasta que quede una fina capa y horneamos a 180ºC unos 12 minutos.
Una vez lo sacamos del horno lo enrollamos sobre si mismo, ayudándonos del papel de horno, y dejamos reposar unas 2 horas.

Almíbar
Calentamos al fuego todos los ingredientes unos 5 minutos. Después, una vez tengamos el bizcocho frío, desenrollamos y bañamos con el almíbar.

Mousse de Cajeta
Calentamos la leche y le añadimos la gelatina, removemos hasta que este completamente disuelta.
A parte montamos la nata, añadimos el azúcar y la leche (ya templada) con la gelatina. Batimos e incorporamos, por último, la Cajeta. Cuando tenemos todo incorporado metemos la mousse en la nevera unas dos horas.
Después rellenamos con la mousse el bizcocho y lo volvemos a enrollar dejándolo reposar en la nevera otras 2 horas.

Cobertura chocolate
Fundimos al fuego todos los ingredientes y dejamos templar.
Sacamos el bizcocho de la nevera y cortamos en diagonal un trozo que pegamos sobre el resto simulando una rama.
Cubrimos todo con el chocolate fundido y dejamos reposar unos 20 minutos. Por último, con un tenedor hacemos los surcos sobre el chocolate para que parezca la madera de un tronco.

Podemos decorar con un poco de fondant para hacer muérdago y azúcar glas por encima para que parezca nieve.

Además de ser un postre muy aparente para estas fechas está muy rico y permite cualquier relleno.
Espero que os animéis, como yo, a probarlo.

Al final me invadió el espíritu galletil, de nuevo y para poner punto final a la Navidad, una entrada de galletas.

Esta vez se tratan de unas flores de pascua o flores de noche buena como las llaman aquí. Así que habría quedado más apropiado publicarlas en Nochebuena pero con el tema galletas no siempre me salen las cosas como planeo.

La masa es la misma que las anteriores galletas y para la glasa también podéis consultar aquí.

Las flores originales son tan bonitas que a éstas les falta mucho, pero bueno, poco a poco ya que sigo con mis lecciones impuestas de decoración de galletas jejeje.

Con esta estrada me despido de la Navidad repostera. Espero que hayáis pasado unas buenas fiestas.

Aunque la remolacha parece un ingrediente extraño para un postre, si lo probáis descubriréis que no lo es tanto y que su sabor, dulzón, casa estupendamente con el chocolate. Por cierto, aquí en México la remolacha se llama betabel, cada día prendo algo nuevo.

Al principio a mi también me pareció un ingrediente algo raro pero sin duda tenía que probarlo. Si la tarta de calabacín me sorprendió para bien esta no se ha quedado atrás.

Tal y como dice Marian Keyes, como veis repito con el libro y es que tiene unas recetas estupendas, si hacemos bizcochos de zanahoria por qué no con remolacha que es también un tubérculo.
Lo único malo que puede pasar es que terminéis vosotros y vuestras cocinas pringados de rosa chillón. Por cierto, qué color más bonito, lástima que tras el horneado lo pierda.

Os cuento como lo hice.

Bizcocho de remolacha y chocolate

Ingredientes:

Fuente: libro Salvada por los pasteles de Marian Keyes

250 gr de remolacha cocida
100 gr de chocolate negro
125 gr de mantequilla a temperatura ambiente
300 gr de azúcar moreno
3 huevos
225 gr de harina de repostería
Medio sobre (o dos cucharaditas) de levadura
Una pizca de sal
30 gr de cacao en polvo

Elaboración:

Primero rallamos la remolacha y reservamos.

Derretimos el chocolate negro en el microondas y reservamos de nuevo.

Batimos la mantequilla y el azúcar con varillas eléctricas hasta obtener una crema. Añadimos los huevos, ligeramente batidos, poco a poco.
Tamizamos la harina junto con el cacao en polvo y la sal e incorporamos a la mezcla anterior.
Por último agregamos la remolacha y el chocolate fundido. Batimos hasta obtener una masa homogénea.

Vertemos la masa en un molde de aproximadamente 23 cm, previamente engrasado y forrado con papel de hornear en su fondo.
Horneamos a 180ºC (con el horno previamente engrasado) a unos 35-40 minutos o hasta que al pincharlo salga el palillo limpio.
Una vez terminado el tiempo de horneado sacamos del horno y dejamos enfriar en una rejilla.

Una vez frío podemos decorar con un poco de glaseado (azúcar glas mezclada con un chorrito de limón) teñido con colorante rosa y decoraciones de azúcar.

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Recomiendo que la remolacha la compréis ya cocida para ahorraros trabajo y esfuerzo.

Hoy no traigo receta si no una entrada comentando y mostrando el resultado de mi último curso en España.
Aunque han pasado ya varios meses, muchos, y es que no tengo vergüenza, os tengo que hablar de este maravilloso curso de modelaje con Berna (aquí podéis ver sus trabajos) en Dulce Impresión.

Admiro mucho el trabajo de Berna, así que al enterarme de este taller no lo puede dejar escapar, sobre todo porque no sé cuando podrá volver a repetirse la oportunidad.

Me encanta este tipo de talleres. Además de aprender mucho y pasar un buen rato con las compañeras se puede ver que, pese a seguir las indicaciones de la profe, cada una tiene su estilo y personalidad propia (ninguna muñequita quedó igual). La mía, sin ponérmelo, quedó muy chistosa con esos labios a lo Carmen de Mairena.

En definitiva, me encantó conocer a Berna y su trabajo de cerca, aprendí y lo pasé genial. ¿Qué más se puede pedir?.

Ya he hecho otras tartas de queso que podéis encontrar en el blog pero esta es la que más me gusta. Me he basado en la receta New York Cheese Cake pero cambiando tanto las proporciones como la cobertura.

La receta original y común es la de bañar la tarta de queso con una salsa de frutos rojos, una delicia, pero quería darle una vuelta de tuerca y aprovechar las uvas que ahora podemos encontrar en el mercado con facilidad. Así que en este caso por encima irá una gelatina de uvas, algo muy sencillo y rico que combina sorprendentemente bien.

Además he podido estrenar el molde que me regaló Esmeralda de RECELANDIA genial para esta receta.

Vamos con la receta.

Ingredientes:
Para un molde de aproximadamente 15 cm.

Base de galleta

100 gr de galletas
100 gr de mantequilla derretida
Opcional: podemos agregar una cucharadita de vainilla o de canela y jengibre.

Tarta de queso

210 gr de queso fresco (tipo Philadelphia)
90 gr de azúcar
1 huevo
Medio limón (su jugo y ralladura)
Media cucharadita de pasta concentrada HomeChef de vainilla (a sustituir por esencia)

Gelatina de uva

1 plancha de gelatina o un sobre de gelatina en polvo
250 gr de uvas (peladas y sin hueso)
1 cucharada de azúcar
Zumo de medio limón

Elaboración:

Base de galleta
Podemos reutilizar galletas que ya tengamos hechas (las mías que eran de canela y jengibre le dieron un toque muy especial a la tarta de queso)
Trituramos las galletas y mezclamos con mantequilla derretida en el microondas. Nos quedará un masa que colocaremos en el fondo del molde, la extendemos bien para que nos quede una fina capa.

Tarta de queso
Batimos con varillas el queso junto con el azúcar. Añadimos el huevo, la vainilla y el limón y seguimos batiendo hasta tener una textura homogénea.
Vertemos la mezcla sobre la base de galleta y horneamos a 190ºC unos 45 minutos. Una vez fuera del horno dejamos enfriar sobre una rejilla.

Gelatina de uva
Pelamos y quitamos el hueso de las uvas. Trituramos y colamos, nos quedará un zumo de uva. Lo ponemos en un cazo al fuego junto con el zumo de limón y el azúcar. Removemos hasta que el azúcar se integre y retiramos del fuego. Todavía caliente agregamos la hoja de gelatina, removemos bien para que se disuelva y no se pegue en el fondo del cazo.
Dejamos reposar un poco para que enfríe pero no mucho para que no cuaje en el cazo. Vertemos sobre la tarta y decoramos con uvas.
Cuando se enfríe quedará un fina capa de gelatina de uva, si queremos más cantidad o una capa más gruesa elaboramos la receta con más cantidad de uva.

Podemos conservar la tarta en la nevera, fresquita está más rica.

Como veis una receta más que sencilla y que además podéis combinar con cualquier ingrediente que se os ocurra.

El verano pasado probé uno de los helados más ricos que recuerdo, pistacho con chocolate fundido y trocitos de pistacho por encima. Ha pasado tiempo pero aún se me hace la boca agua recordándolo y como aún queda mucho para que regrese el buen tiempo, toca versionarlo en forma de cupcake.

No me he querido arriesgar a hacerlos por completo de pistacho, por si resultaba demasiado pesado, así que el bizcocho es de chocolate con trocitos de pistacho. Y como no, he vuelto a recurrir a las pastas HomeChef. Me encantaría probarlas todas, con un poquito cambia por completo el sabor de los postres.

Os cuento como lo hice.

Cupcakes de chocolate y pistacho

Ingredientes:

Para 12 unidades aproximadamente Fuente: libro The Hummingbird Bakery

100 gr de harina de repostería
2 cucharadas y media de cacao en polvo
140 gr de azúcar
1 cucharadita de levadura
Una pizca de sal
40 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
120 ml de leche
1 cucharadita de pasta HomeChef de pistacho
Pistachos en trocitos para incorporar a la masa

Buttercream de pistacho

250 gr de azúcar glas
80 gr de mantequilla a temperatura ambiente
2 cucharadas de leche
1 cucharadita de pasta HomeChef de pistacho
Pistachos en trocitos para decorar

Elaboración:

Tamizamos la harina, la levadura, el cacao y la sal, reservamos.

Batimos con varillas la mantequilla junto con el azúcar hasta que forme una crema. Añadimos el huevo y seguimos batiendo. Incorporamos la pasta y los trocitos de pistachos, continuamos mezclando.
A continuación alternamos, sin dejar de batir, la mezcla de harina y la leche hasta obtener una masa homogénea.

Rellenamos las cápsulas 2/3 y metemos el molde de cupcakes en el horno, previamente precalentado, a 180ºC unos 20-25 minutos o hasta que el palito salga limpio.

Una vez las tengamos fuera del horno dejamos enfriar en una rejilla para posteriormente decorarlos.

Buttercream de jengibre
Batimos con varillas eléctricas todos los ingredientes hasta obtener un resultado cremoso.

Decoramos con el buttercream los cupcakes (boquilla 1M Wilton) y espolvoreamos trocitos de pistacho.

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Riquísimos y con una combinación perfecta.

Después de tanto tiempo sin hacer una receta, ya que no he tenido tiempo ni de respirar, me he decidido por esta sencillita y fresca para la primavera que comienza. Lo bueno es que podemos utilizar melocotones en almíbar o incluso cualquier otro tipo de fruta.

La receta es fácil y rica. Aunque soy más del gusto que la tarta de queso esté más cuajada, me gustó mucho la combinación de ambos ingredientes.

Ingredientes: Para un molde de 26-28 cm de diámetro.

Masa

120 gr de harina de repostería
60 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
2 cucharadas de azúcar

Relleno

500 gr de nata (35% de grasa)
500 gr de queso cremoso (tipo Philadelphia)
2 huevos
4 cucharadas azúcar
2 cucharadas de harina de repostería
300-400 gr de mermelada de melocotón
2 melocotones cortados en rodajas para decorar

Masa
Ponemos en un bol la harina, la mantequilla, el huevo y el azúcar y batimos con varillas eléctricas. Retiramos y reservamos en el frigorífico envuelta en papel film.

Relleno
Ponemos la nata y el queso y batimos. Añadimos los huevos, el azúcar y la harina y mezclamos. Terminamos de mezclar con la espátula.

Extendemos la masa que teníamos en el frigorífico y la pasamos al molde previamente engrasado. Cubrimos la masa con una capa de la mermelada y vertemos por encima el relleno.

Horneamos a 180º C (el horno previamente precalentado) durante 40-45 minutos.
La tarta tiene que quedar cuajada pero no seca.
Retiramos del horno y dejamos enfriar al menos dos horas. Decoramos con rodajas de melocotón por encima.

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Espero que os guste.

Por fin regreso tras tantos meses sin publicar y con una tarta para mi cumpleaños, así que ya no había excusas. No ha sido por falta de ganas sino de tiempo, y es que volver a encontrar una rutina, adaptarme a un nuevo país, mudanza, gente nueva, estudios y un sin fin de cosas, han hecho que el tiempo pasase volando y alejada de la cocina. Espero, a partir de ahora, poder dedicar un poquito de tiempo a lo que más me gusta, hornear.

Bueno, en cuanto a mi vida en México y el balance que hago es muy positivo, se trata de un país muy generoso. Ya son ocho meses los que llevo aquí y todos los días aprendo algo nuevo. Pese a que hay muchas cosas que extraño, no tengo mucho tiempo para pensar en ello, así que intento vivir cada día como una aventura.

Además de esta receta riquísima con un sabor más que intenso a chocolate, ideal para los adictos como yo, os quería mostrar una de las artesanías típicas de México, los árboles de la vida. Estas obras de arte en barro pueden variar en tamaño y temática, aunque las más comunes son las de pasajes bíblicos, pero yo me decidí por ésta, asequible a mi bolsillo y con las calaveras del día de muertos. Curiosamente el pueblo que tengo aquí cerquita es conocido por ser el productor de estas maravillas.

Ahora sí que paso a comentaros esta receta con un bizcocho super tierno y esponjoso, del siempre infalible libro del Rincón de Bea.

Tarta de chocolate

Ingredientes:

Para tres moldes de 18 cm de diámetro. Fuente: libro El rincón de Bea

Masa chocolate

210 gr de harina
125 gr de cacao en polvo Hershey's
1 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
1/2 cucharadita de levadura
Pizca de sal
60 gr de chocolate negro
250 gr de agua hirviendo
250 gr de buttermilk *
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
2 huevos
350 gr de azúcar
125 ml de aceite de oliva suave

Almíbar

100 gr de agua
100 gr de azúcar

Relleno y cobertura

350 gr de chocolate negro Hershey's (cobertura)
400 gr de nata para cocinar (crema)

Elaboración:

Masa
* El buttermilk es una mezcla de la leche con una cucharada de vinagre.

Lo primero que necesitamos es tener el agua hirviendo. Una vez que la tenemos lista, la echamos por encima del chocolate negro partido en trozos. Removemos la mezcla hasta que el chocolate se derrita y lo dejamos enfriar durante 15 min.

En un bol juntamos la harina, el cacao en polvo, el bicarbonato sódico, la levadura y la sal. Es importante que estos ingredientes vayan tamizados para evitar grumos. Por otro lado, mezclamos el buttermilk con la vainilla.

A continuación batimos con varillas eléctricas los huevos y el azúcar a velocidad media hasta que espumen. Cuando lo hemos logrado, reducimos la velocidad y vertemos el aceite poco a poco. Una vez se hayan integrado los ingredientes, subimos a velocidad media y batimos 30 segundos.

Reducimos de nuevo la potencia para mezclar el chocolate derretido en el agua. Debemos echarlo también suavemente. A continuación, repetimos el procedimiento con el buttermilk. Tras mezclar todo retiramos de la batidora.

Ha llegado el momento de mezclar a mano esta mezcla con la de la harina. Para ello, empleamos movimientos envolventes de abajo a arriba. La masa queda grumosa, pero debe ser así. Lo que tenemos que hacer para eliminar los grumos es colarla a otro bol. Emplearemos una espátula para ayudarnos.

La masa se reparte por igual en los tres moldes. La verdad es que, para no rebasar la mitad del molde, pude sacar unas 12 cupcakes extra.
Horneamos a 175ºC y con el horno precalentado unos 25-30 minutos. Yo tuve suficiente con 25 porque el horno estaba a buena temperatura, pero cada horno es distinto.

Almíbar

Se pone el agua junto con el azúcar en un cazo al fuego hasta que hierva. Después se deja enfriar y se usará para bañar los bizcochos, una vez enfriados, antes de poner el relleno y la cobertura. Esto le dará mayor jugosidad. Yo usé un agua de pera, aunque la verdad es que después no se notó mucho el sabor.

Relleno y cobertura

Se derrite el chocolate al baño maría y se espera hasta que esté templado. Entonces se añade la nata fresca (en mi caso crema). Para que se incorpore bien, se emplean varillas manuales. La nata la había sacado previamente de la nevera para que no estuviese muy fría y saliesen grumos. Lo importante es que el color quede uniforme. Una vez hecho, se procede a montar la tarta añadiendo esta mezcla entre capa y capa. Es importante que los bizcochos hayan estado un tiempo en la nevera para facilitar el proceso. Cuando se hayan montado todas las capas es el momento de cubrir todo con una espátula.

Después se deja reposar un poco y lista para comer.

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Espero que la disfrutéis tanto como yo.

Os traigo una receta muy facilita de helado para no perder mis renovadas ganas de publicar en el blog y refrescar el veranito.
Ya la he realizado alguna vez para el blog pero esta vez es de pistacho, un sabor que me encanta. De nuevo recurro a la pasta concentrada de HomeChef, una de las cosas que me traje en la maleta ya que aquí no las puedes encontrar. En otras ocasiones lo he hecho con pistacho natural, aunque no le da tanto color (en la foto no se aprecia el verde) queda igualmente rico, además con el extra de los trocitos.

Lo bueno de esta receta, además de rica, es su sencillez, no hace falta sacar el helado del congelador e ir removiéndolo para que no se forme hielo, al no llevar azúcar no tenemos el problema de los cristalitos. Una vez realizado te olvidas hasta que quieras comértelo, y todo sin tener que recurrir a la heladera.
Vamos con la receta.

Helado de pistacho

Ingredientes:

Un bote pequeño de leche condensada (aproximadamente 400 gr).
3 yemas de huevo
2-3 cucharadas de pasta concentrada de pistacho (se puede sustituir por 250 gr de pistacho troceado)
500 ml de nata para montar

Elaboración:

Batimos las yemas de huevo con la leche condensada. Por otro lado montamos la nata y la incorporamos a la mezcla con movimientos envolventes. Por último agregamos las cucharadas de pasta concentrada de pistacho y mezclamos. Si no tenemos esta pasta o preferimos el pistacho natural, lo agregamos troceado antes de añadir la nata.

Colocamos la mezcla en un molde (mejor si tiene tapa) y lo metemos en el congelador. En unas horas estará listo para comer.

Podemos decorar con unas chispas de chocolate o trocitos de pistacho.

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Espero que os guste y estéis disfrutando del verano.
Prometo nuevas recetas.

Os traigo este postre sencillo y refrescante con dos sabores que combinan muy bien.

Esta receta, aunque parezca mentira, parte de la mermelada de pera y es que tengo tomada mi cocina por miles de tarros. En el centro donde estoy estudiando hay un huerto con árboles frutales, imaginaros el paraíso lleno de peras, manzanas, ciruelas....jejeje. Ahora es época de peras así que al terminar las clases me voy con mis compañeras a recolectar, como yo digo, y son tantas las que tengo que ya no sé que hacer con ellas, así que la mejor forma de aprovecharlas es haciendo mermeladas y con ellas recetas.
Después está el mango, un redescubrimiento. Reconozco que no era una de mis frutas preferidas en España, hasta que me dí cuenta que realmente no había probado el verdadero mango. ¡Qué rico está en todas sus formas!
¿No os parece una combinación interesante?
Vamos con la receta.

Postre de mango y pera

Ingredientes:

Base

Galleta triturada

Mango

2 mangos manila (el amarillo)
125 gr queso crema (tipo Philadelphia)
1 lámina de gelatina
2 cucharadas de azúcar

Mermelada de pera

2 kg de pera
800 gr azúcar moreno
Zumo de medio limón
1 rama de canela
Opcional: rallar un poco de jengibre fresco

Elaboración:

Trituramos la galleta y la ponemos en el fondo del vasito.

Mango
Pelamos los mangos y los troceamos. Echamos los trozos en una licuadora y trituramos hasta conseguir un puré. Añadimos el queso y el azúcar. Volvemos a triturar.
Mientras preparamos la lámina de gelatina en un poco de agua caliente y una vez lista la añadimos a la mezcla. Una vez se incorpore todo lo echamos en el vasito.

Mermelada de pera
Pelamos las peras, descorazonamos y cortamos en trocitos. Las ponemos en un cazo al fuego. Añadimos al cazo el resto de los ingredientes y dejamos que se vaya deshaciendo la pera y mezclando con todo lo demás. Para conseguir un resultado más fino (sin tropezones), podemos triturar la pera.
Para conservar la mermelada en tarros, lavamos éstos con agua jabonosa muy caliente o en el lavavajillas. Los secamos en el horno templado, para que queden bien secos, y vertemos la mermelada recién hecha en los frascos mientras está caliente. Para que no estallen por la diferencia de temperatura, metemos una cuchara mientras vertemos la mermelada. No os olvidéis de quitar la ramita de canela. Después la retiramos, los cerramos con la tapa y les damos la vuelta durante 10 minutos.

Para finalizar el postre de mango, colocamos la mermelada por encima y metemos en la nevera.
Podemos decorar con unas nueces y hojitas de menta para hacerlo más vistoso.

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Como veis un postre ideal para el veranito. Espero que os animéis a probarlo.

De nuevo una receta inspirada en lo que me encuentro por casa, en este caso la gran plantación de hierbabuena que tenemos en el jardín.
La mezcla de ingredientes puede resultar algo extraña pero no deja de ser muy refrescante y nada empalagosa. La hierbabuena es lo suficientemente sutil que no mata el resto de sabores, aunque si deja una gran sensación de frescor en la boca. Creo que es ideal para esta temporada
Espero que os llame tanto la atención que no os resistáis a probarla y a encender vuestros hornos. Seguro que os sorprende.
Os dejo la receta.

Tarta de naranja, hierbabuena y chocolate

Ingredientes:
Para 3 moldes de 18 cm de diámetro

Bizcocho de naranja

350 gr de azúcar
4 huevos
200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
250 ml de leche
10 hojas de hierbabuena fresca
Ralladura y zumo de una naranja
20 gr de levadura
350 gr de harina de repostería
Una pizca de sal

Almíbar de hierbabuena

100 ml de agua
50 gr de azúcar
10 hojas de hierbabuena fresca

Buttercream de naranja

500 gr de azúcar glas
160 gr de mantequilla a temperatura ambiente
2 cucharadas de zumo de naranja o unas gotitas de esencia de naranja
Colorante naranja comestible (opcional)

Ganaché de chocolate

350 gr de chocolate negro
400 gr de nata para cocinar (crema)

Elaboración:

Bizcocho de naranja

Todos los ingredientes deben de estar a temperatura ambiente.

Primero preparamos la leche, la hervimos con las hojas de hierbabuena y dejamos reposar hasta que enfríe.

Preparamos los ingredientes secos: tamizamos la harina junto con la sal y la levadura, reservamos.

A continuación batimos con varillas eléctricas la mantequilla y le vamos incorporando poco a poco el azúcar. Añadimos los huevos uno a uno y la ralladura de la naranja junto con su zumo, no dejamos de batir.

Por último echamos a la mezcla, alternando en varias veces, la harina y la leche con hierbabuena (hemos retirado con anterioridad las hojas). Batimos hasta conseguir una masa homogénea.

Repartimos la mezcla en los tres moldes, previamente engrasados. Horneamos a 180ºC, con el horno previamente precalentado unos 10 minutos, unos 30-40 minutos. Una vez listos sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. No decoramos hasta que estén bien fríos.

Almíbar de hierbabuena

Ponemos al fuego todos los ingredientes y dejamos hervir. Una vez frío bañamos los bizcochos con el almíbar, nos ayudamos con un pincel.

Buttercream de naranja

Batimos con varillas eléctricas la mantequilla junto con el azúcar glas tamizado. A medida que se va montando la crema echamos las cucharadas de zumo. Si sustituimos el zumo por esencia de naranja, tenemos que agregar, en vez del zumo, dos cucharadas de leche y después las gotas de esencia. Seguimos batiendo, agregamos el colorante y volvemos a mezclar hasta conseguir una textura firme.

Esta crema la utilizaremos para rellenar alguna de las capas y decorar la parte superior de la tarta (con boquilla nº1M de Wilton)

Ganaché de chocolate

Derretimos el chocolate al baño maría y esperamos a que esté templado. Después la añadimos la nata (que no esté demasiado fría), mezclamos de forma manual con una espátula hasta conseguir una textura homogénea.

Utilizamos el ganaché para rellenar otra de las capas de la tarta y cubrir los lados.

Por último, decoramos con unas hojitas de hierbabuena fresca.

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Espero que paséis un buen verano.

Hoy 16 de septiembre es el día de la independencia mexicana, ayer ya comenzó la fiesta con el grito, así que no podía faltar mi dedicatoria pese a que llevo mucho tiempo sin publicar.
México es ahora mi nueva casa, así que toca, también, celebrar y vivir sus fiestas. Esta tartita, como veis, no podría ser más patriota y es que aquí se viven los colores de la bandera de forma muy intensa.

La base es de manzana con nueces, muy rica y jugosa. Normalmente utilizo mantequilla, pero esta vez me he pasado al aceite y el resultado ha sido muy bueno. Creo que volveré a recurrir a este ingrediente ya que me parece más sano que la mantequilla. La cobertura de queso me ha permitido teñirla para conseguir los colores de la bandera, además la combinación con la manzana ha resultado mejor de lo que pensaba.
Esta receta la he hecho en dos moldes cuadrados, ya que en un principio pensaba hacer otra cosa y luego improvisé, como siempre. Al cortarla en círculo me ha sobrado mucha masa que espero aprovechar para hacer unos bonitos cakepops.
Vamos con la receta.

Tarta de manzana y queso

Ingredientes:
Para 2 moldes cuadrados (se corta en círculos posteriormente)

Bizcocho

2 manzanas ralladas
200 gr de harina de repostería tamizada
Media cucharadita de bicarbonato sódico
Pizca de sal
1 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de jenjibre
1 cucharadita y media de levadura
150 ml de aceite de girasol
3 huevos
150 gr de azúcar moreno
1 cucharadita de esencia de vainilla
Nueces trituradas (al gusto)

Buttercream de queso

55 gr de mantequilla a temperatura ambiente
230 gr de queso en crema (tipo Philadelphia)
250 gr de azúcar glas
1 cucharadita de esencia de vainilla

Elaboración:

Bizcocho

Por un lado mezclamos los ingredientes secos: la harina, la levadura, el bicarbonato sódico, la sal, la canela y el jengibre.

En un bol batimos con varillas el aceite, los huevos, el azúcar, la manzana y la esencia de vainilla. Incorporamos los ingredientes secos poco a poco mezclando lentamente hasta que quede todo bien incorporado.

Engrasamos los moldes y vertemos la masa. Metemos en el horno, previamente precalentado, a 180ºC unos 20 minutos o hasta que el palillo salga limpio. Dejamos enfriar en una rejilla unos 20 minutos antes de desmoldar.

Cuando esté bien frío cortamos el bizcocho con un aro de 9 cm de diámetro para poder montar varias capas.

Buttercream

Batimos con varillas eléctricas la mantequilla junto con el queso. Poco a poco agregamos el azúcar glas y batimos hasta que tenga una consistencia homogénea. Por último añadimos la esencia de vainilla, seguimos batiendo hasta que esté todo bien integrado. La separamos en tres partes y teñimos dos de rojo y verde con colorante alimenticio.

Intercalamos el bizcocho con la crema y ya tenemos la bandera mexicana.

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Espero que os animéis a probarla y que Viva México!!!!.

Por fin nueva receta en el blog, unos ricos cupcakes tiernos y jugosos.

Estoy contenta con el resultado de esta receta ya que ha sido el resultado de un experimento, y ya sabeis que éstos no siempre salen bien. Después de ver unos bonitos arándanos en el mercado había que hacer algo con ellos.
Espero que os animéis a probarlos ya que la combinación del arándano con el queso es perfecta y si no os convence los cupcakes por sí solos son espectaculares, la masa muy blandita con el toque ácido de los arándanos.

Cupcakes de arándanos

Ingredientes:

Para aproximadamente 16 cupcakes
Base cupcake

100 gr de arándanos frescos
250 gr de harina
1 cucharadita levadura
Media cucharadita bicarbonato
Pizca sal
80 ml aceite girasol o de soja
3 huevos
130 gr azúcar blanca
Media cucharadita de esencia de vainilla

Buttercream de queso

300 gr azúcar glas
50 gr mantequilla a temperatura ambiente.
125 gr queso crema

Elaboración:

Cupcakes

Primero preparamos todos los ingredientes secos: harina, levadura, bicarbonato, sal y agregamos los arándanos. Batimos con varillas eléctricas los huevos, con el azúcar y el aceite, agregamos la esencia de vainilla. Una vez tengamos los ingredientes mezclados, incorporamos, poco a poco y en cucharadas, la mezcla de los ingredientes secos. Seguimos batiendo con las varillas hasta que quede una masa homogénea, terminamos de mezclar con una espátula. Rellenamos las cápsulas en el molde de cupcakes 2/3 partes y horneamos (con el horno precalentado 5-10 minutos) a 180°C unos 20 minutos o hasta que el palito al pinchar una de ellas salga limpio.

Dejamos enfriar sobre una rejilla.

Buttercream de queso

Mezclamos todos los ingredientes con varillas eléctricas hasta que quede una crema homogénea.

Decoramos los cupcakes, fríos, con el buttercream (manga y boquilla 2M de Wilton) y le colocamos un arándano para que quede bonito.

Espero que os gusten.

Parece que son las festividades las que me hacen entrar en la cocina y retomar el blog. Y es que, espero que esto sirva de disculpa, lo tengo muy descuidado. No pensé que me llevara tanto tiempo adaptarme a esta nueva vida, el cambio de rutina, de costumbres y demás. También quiero disculparme con todos aquellos que me comentaron las entradas y no tuve ocasión de corresponder. Espero, más pronto que tarde recuperar el ritmo y a todos aquellos amig@s cocinillas.

Sin más rollo y como ya dije, de nuevo me enfrento a una festividad muy diferente que es el Día de Muertos. En México, algo que me admira, la muerte se ve de forma natural y hasta se festeja, eso sí, siempre recordando a las personas queridas que ya no están, pero desde una perspectiva muy bonita.
Estos días las gente monta su altar de muertos donde no pueden faltar las flores, la comida, la fruta, las velas, el copal o el incienso, los dulces, el pan, el papel picado, así como un largo etcétera; según la tradición de cada familia. Abundan las ferias de dulces donde lo característico son las calaveritas de azúcar, pero también podemos encontrar miles de artesanías con esta misma temática. A mí me ha encantando; así que quiero aprovechar este espacio a modo de ventanita para mostraros un poquito de lo que estoy viviendo, y, como n,o unas recetas que seguro que os van a gustar.
La primera se trata de unas sencillas calaveras de amaranto con chocolate. No sé si en España es fácil de comprarlo, me imagino que en herbolarios, aquí no solo se encuentra con mucha facilidad si no que muchos dulces están hechos de esta especie de semilla o cereal procedente de una planta. En caso de no encontrarlo con facilidad, se me ocurre sustituirlo por cualquier otro tipo de cereal o incluso arroz inflado. La receta, como veis, no podría ser más fácil además de vistosa. Cada año se puede realizar decorando las calaveras de distinta forma.
Además de estas, en las ferias de dulces se pueden encontrar, también, para daros ideas, calaveras de azúcar o de chocolate, todas decoradas de forma espectacular.

Calaveritas de amaranto

Ingredientes:

Calaveritas de amaranto con chocolate blanco

50 gr de amaranto
100 gr de chocolate blanco
100 gr de azúcar glas
Jugo de un limón
Colorantes alimenticios

Calaveritas de amaranto con chocolate blanco

50 gr de amaranto
100 gr de chocolate negro
100 gr de azúcar glas
Jugo de un limón
Colorantes alimenticios

Elaboración:

Para los dos tipos de calaveras se realiza el mismo procedimiento.
Fundimos el chocolate al baño maría o en el microondas. Una vez lo tengamos listo lo mezclamos con el amaranto, nos ayudamos con una espátula. Debe quedar bien integrado hasta que quede una especie de pasta. Si tenemos moldes de calaveritas, colocamos esta pasta en ellos y dejamos enfriar para que se endurezca. Si no disponemos de estos moldes podemos ayudarnos con las manos para darle la forma deseada.
Para decorarlas, mezclamos el azúcar glas con el jugo de limón y agregamos el colorante deseado. Realizamos esta misma operación según los colores que queramos aplicar. Una vez preparados nos ayudamos de una manga pastelera y boquillas número 1 y 2 para realizar distintas formas (aquí damos uso de nuestra imaginación).

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Otro elemento que no puede faltar en el altar es el pan de muerto, así que también quiero dejaros la receta, muy sencilla, de este pan dulce.

Pan de muerto

Ingredientes:
Para 2 panes

250 gr de harina
6 gr de levadura seca
50 gr de azúcar
Agua, la necesaria
Pizca de sal
Una cucharadita de leche
2 huevos
75 gr de mantequilla a temperatura ambiente
La ralladura de medio limón
Una cucharadita de esencia de azahar

Elaboración:

Mezclamos la levadura con una cucharadita del azúcar y de la harina que hemos pesado. Vertemos un poco de agua en la mezcla hasta formar una pasta. Dejamos reposar unos 10 minutos.
A continuación, formamos una montañita con la harina y colocamos en su centro, haciendo un agujerito, la sal, la leche, la mitad del azúcar que nos quedó, los huevos y la mitad de la mantequilla. Mezclamos del exterior hacia dentro y agregamos un poco de agua. Amasamos e incorporamos la mezcla que teníamos en reposo. Integramos el resto del azúcar y la mantequilla y seguimos amasando. Añadimos, por último, la ralladura de limón y la esencia de azahar. Tenemos que amasar la mezcla hasta que nos quede una masa suave y elástica.
Dejamos reposar durante unos 30 minutos en un lugar fresco.
Separamos dos porciones para formar los dos panes y volvemos a dejar reposar, de nuevo, unos 30 minutos. Precalentamos el horno a 160ºC y horneamos durante 35 minutos.
Cuando saquemos los panes del horno dejamos enfriar en una rejilla. Mientras sigan tibios, los barnizamos con mantequilla derretida para espolvorear, por encima, azúcar.

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Y con esto finalizo, como veis la mejor manera de adaptarse es entrarle a todas las fiestas.
Espero que os hayan gustado las recetas y que os animéis a montar vuestro altar de muertos. Aquí os dejo, para terminar y despedirme, una figurita de calavera-cocinera que me hizo mucha gracia, espero no terminar así jejeje.
Pasad un buen día de muertos!!!!.

Esta vez no os traigo receta, sino mi última tarta decorada y como veis en forma de libro.
La tarta, de Red Velvet (receta aquí) y buttercream de queso, se la regalé a una de mis compañeras de la maestría. Quería tener un detalle especial con ella, ya que es una de las personas que más me ha ayudado en el tiempo que llevo aquí. Hacía tiempo que no me ponía a decorar una tarta y no tenía muy claro cómo me iba a quedar, además nunca había hecho una en forma de libro (me guié para realizarla por este blog).
Pese a todo creo que no quedó del todo mal. Para aclarar un poco la selección de esta temática, os tengo que contar que nuestra especialidad en la maestría de historia es sobre los libros, códices, coloniales y por eso hice en especial éste, ya que es es el documento que ella está estudiando para su tesis.

Lo mejor de todo fue la ilusión que le hizo a mi amiga y que pudiésemos compartirla con todos los compañeros.

En estas fechas no podía faltar una receta de calabaza, un ingrediente que parece que está ganando terreno en nuestras cocinas.
Curiosamente la calabaza viene del continente americano, pero aquí en México no la he encontrado en muchos platillos y eso que era uno de los productos básicos en la dieta prehispánica. Es ahora, por el día de muertos, cuando he empezado a encontrarla en dulces, pero por lo que veo, al menos donde yo estoy viviendo, no se utiliza mucho y eso que he podido encontrar, estos días, una gran variedad de calabazas.

El bizcocho de calabaza, como veis, lo he combinado con un buttercream de queso que creo que combina de forma fantástica. Si os apetece algo más sencillo, os animo con el bizcocho ya que además de esponjoso está delicioso. Sin más os dejo la receta.

Tarta de calabaza con buttercream de queso

Ingredientes:
3 moldes de 18 cm de diámetro (finalmente me sobró uno)

Bizcocho calabaza

300 gr de puré de calabaza
4 huevos
250 gr de azúcar
75 gr de aceite de oliva
Pizca sal
300 gr de harina
2 cucharaditas de levadura
1 cucharadita de canela

Buttercream de queso

600 gr azúcar glas
100 gr mantequilla a temperatura ambiente.
250 gr queso crema

Elaboración:

Bizcocho

Primero preparamos la calabaza. Yo la preparé un día antes de realizar la receta. La pelé y la cocí en una olla pero también se puede hacer al horno. Después la trituré y quedó una consistencia de tipo puré.
Una vez tenemos la calabaza mezclamos, en un bol, todos los ingredientes secos: harina, sal, levadura y canela. Por otro lado batimos, con varillas eléctricas, los húmedos: azúcar, huevos, aceite y calabaza. Cuando estén integrados agregamos, poco a poco, la mezcla de los ingredientes secos sin dejar de batir y hasta que tengamos una masa homogénea. Preparamos los tres moldes (con esta masa queda una tarta muy alta, por ello solo lo reduje a dos capas y la otra me la comí jejeje, para catarla, pero eso al gusto de cada uno, si la queréis más grande o no). Metemos en el horno, previamente precalentado, a 180ºC unos 35 minutos. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Buttercream de queso

Mezclamos todos los ingredientes con varillas eléctricas hasta que quede una crema homogénea.

Rellenamos las capas del bizcocho, ya frío, con la crema.
*Optativo: si queremos que el bizcocho quede más húmedo, aunque ya lo es por si, preparamos un un almíbar con la misma cantidad de agua y azúcar (y por ejemplo con un poco de canela), calentamos y los bañamos antes de ponerle la crema.
También se puede decorar con algún muñequito de fondant como yo hice.

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Espero que os guste esta receta y os animéis a probarla, con o sin buttercream de queso, ya que está deliciosa.

¿Y qué es la guayaba?. La verdad es que en mi ignorancia solo había visto este nombre en algún zumo con sabor "tropical". Quizás pueda verse en los mercados de España, pero yo sinceramente desconocía su forma y sabor (increíble). Así que se trata de un nuevo descubrimiento, de los más ricos, en esta tierra tan generosa en frutas.

No sabría describir el sabor de la guayaba o a qué podría asemejarlo, pero es dulce y refrescante, en conclusión, delicioso. Así que, como no, tocaba receta, y esta vez me decidí por un pie.

Pie de guayaba

Ingredientes:

Masa pie

175 gr de harina
75 gr de mantequilla
35 ml de agua
Pizca sal
1/2 cucharadita de azúcar
1/2 cucharadita de levadura
1 huevo batido para pintar la masa

Relleno

2 kg de guayaba o más (hasta rellenar todo el pie)
Unas cucharadas de azúcar

Elaboración:

Mezclamos todos los ingredientes (menos el huevo) y amasamos. Una vez tengamos todos los ingredientes homogéneos guardamos la masa en un papel film en la nevera unos 15 minutos. Después estiramos con el rodillo hasta forrar el molde, cubriéndolo tanto por el fondo como por los lados.

Rellenamos con las guayabas cortadas en trocitos y hasta arriba del molde (como veis esta fruta tiene unos huesitos, se pueden comer sin problema (como el Kiwi), pero si os queréis entretener quitándolos tenéis trabajo para rato). Echamos unas cucharadas de azúcar por encima para que se fundan con la fruta.
Con el poquito de masa que nos ha sobrado hacemos las tiritas para cerrar el pie. Por último, la pintamos con el huevo batido para que tenga colorcito en el horno.
Metemos en el horno, previamente precalentado, a 180ºC unos 30 minutos o hasta que la masa se dore.

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Lo bueno de este tipo de recetas es que permite cualquier tipo de fruta, que mejor manera de probar una nueva y convertirla en un rico postre.

Comienza la temporada navideña, la decoración, las recetas y entre ellas, por supuesto, las galletas. Como ya he dicho en varias ocasiones me cuesta mucho decorar galletas, un problema de paciencia y pulso, pero en esta época del año no pueden faltar. Así que continúo con mi tradición galletil navideña que ya inicié hace dos años.

He de reconocer que esta vez he disfrutado y me he relajado más decorándolas, al final acabaré cogiéndole el gusto.

Para la receta no he variado, aquí podéis ver mi receta infalible de galletas de vainilla (y sin Thermomix). Para la glasa me he basado en la receta de Dulcekoala, una experta y artistaza en la decoración de galletas, también podéis consultar aquí. Si os asomáis por estas antiguas entradas creo que podréis ver una ligera mejoría en la decoración, jejeje. Con el tiempo me he dado cuenta que más que práctica, que también, lo que se necesita es paciencia.

Espero que os gusten, con esto doy por inaugurada la Navidad en el blog.

Además de galletas, toca, también, una tarta navideña que es ésta que os presento aquí.
Comencé a hacerla sin tener una idea muy clara y finalmente salió este simpático esquimal, creo que quedó bastante mono.

La tarta es de manzana con buttercream de cajeta (podéis sustituir por dulce de leche o caramelo). El bizcocho ya lo había probado en otra ocasión así que era una receta segura y la combinación con la cajeta además de perfecta tiene un regustillo a Navidad.....jejeje si es que ésta sabe a algo.
Vamos con la receta.

Tarta de manzana y cajeta

Ingredientes:

Bizcocho manzana

2 manzanas
200 gr de harina
Media cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita y media de levadura
Pizca sal
1 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de jengibre
150 ml de aceite de olica
3 huevos
150 gr de azúcar moreno

Buttercream de cajeta

250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
250 gr de azúcar glas
2 cucharadas (o más) de cajeta mezclada con 2 cucharadas de crema (nata)

Elaboración:

Bizcocho
Mezclamos los ingredientes secos: harina, levadura, bicarbonato, sal, canela y jengibre. Por otro lado, batimos con varillas los húmedos: aceite, huevos, azúcar y manzana (coertada en trocitos muy pequeños). Incorporamos los secos a la mezcla, poco a poco, y seguimos batiendo hasta que quede todo incorporado.
Vertemos la masa en los tres moldes (engrasados) y horneamos a 180ºC unos 20 minutos.
Dejamos enfriar en una rejilla antes de decorar.

Buttercream de cajeta
Batimos todos los ingredientes con varillas eléctricas hasta tener una crema consistente.

Rellenamos las capas de los bizcochos (previamente podemos bañarlos con un poco de almíbar) con el buttercream y cubrimos para posteriormente decorar con fondant.

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Espero que os guste y con esto os deseo una Feliz Navidad!!!!. Este año me toca celebrarlo con la familia, así que estoy ansiosa por regresar a España y comer jamoncito!!!!!

Pasadlo bien.

Galletas navideñas III

Tronco de Navidad con Cajeta

Galletas Flor de Pascua

Bizcocho de remolacha y chocolate

Bizcocho de remolacha y chocolate

Curso modelaje con Berna en Dulce Impresión

Tarta de queso y uva

Cupcakes de chocolate y pistacho

Cupcakes de chocolate y pistacho

Tarta de queso y melocotón

Tarta de super chocolate para mi cumple

Tarta de chocolate

Helado de pistacho

Helado de pistacho

Postre de mango y pera

Postre de mango y pera

Tarta de naranja, hierbabuena y chocolate

Tarta de naranja, hierbabuena y chocolate

Tarta manzana y queso

Tarta de manzana y queso

Cupcakes de arándanos

Cupcakes de arándanos

Altar de muertos (calaveritas y pan de muerto)

Calaveritas de amaranto

Pan de muerto

Tarta libro

Tarta de calabaza con queso

Tarta de calabaza con buttercream de queso

Pie de guayaba

Pie de guayaba

Galletas Navideñas IV

Tarta esquimal (manzana y cajeta)

Tarta de manzana y cajeta