Como veis no he sido nada original y he preparado un Red Velvet para San Valentín. Seguro que la mayoría de los blogs hemos caído en esta tentación y aunque estéis un poco hartos de ver esta receta quién se puede resistir a este delicioso e intenso terciopelo rojo.
Es unos de mis bizcochos preferidos así que tenía una buena excusa para poder repetir la receta de los cupcakes de Red Velvet en forma de tarta y estrenar mi colorante Extra Red para conseguir una tonalidad super roja.
Me sobró tanta masa que pude hacer también unos cupcakes. Para la decoración como estaba con la vena cursi aproveché las últimas tabletas de chocolate que quedaban en mi cocina para hacer unos bombones. Derretí el chocolate y lo vertí sobre un molde super chulo de letritas que compré en Tiger. Las letras no se distinguían bien así que las pinté con colorante blanco comestible (colorante blanco en polvo con un pincel humedecido en agua). Y como seguía en modo corazoncil también tiré de la gelatina que tenía por casa e hice unas chuches (puse a hervir agua con la gelatina y la eché en moldes de silicona).
El papel que veis al fondo con motivos parisinos (de Paperchase) y el expositor (mi tesoro) son adquisiciones, mis souvenirs, de mi viaje a Londres.
La receta de The Hummingbird Bakery para el Red Velvet es estupenda. El resultado es un bizcocho muy esponjoso y tierno, una delicia.
Ingredientes: Fuente:libro The hummingbird bakery Para 3 moldes de 18cm de diámetro Bizcocho
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Elaboración: Bizcocho Antes de empezar preparamos el buttermilk para que repose los 15 minutos. El Buttermilk: Se trata de un suero de leche que se usa en repostería para aumentar la esponjosidad. Se puede comprar, pero aquí no es frecuente encontrarlo. Para prepararlo echamos a la leche dos cucharadas de vinagre (las cucharadas de vinagre dependerán de la cantidad de leche, en este caso para 240 ml 2 cucharadas) removemos y dejamos en reposo 15 minutos. A continuación, batimos el azúcar y la mantequilla con varillas. Añadimos los huevos uno a uno, batiendo bien antes de incorporar el siguiente. Echamos la vainilla y seguimos mezclando. En un bol tamizamos la harina, el cacao y el bicarbonato. Lo vamos incorporando a la mezcla anterior intercalándolo con el buttermilk y removiendo con una pala. Cuando esté todo bien mezclado echamos el colorante rojo (me bastó con la puntita de una cucharilla) y removemos hasta conseguir una masa homogénea y muy roja. Preparamos los tres moldes y procurarmos echar la misma cantidad de masa en ellos. Horneamos a 180º (el horno previamente precalentado unos 10 minutos) unos 20-25 minutos o hasta que el palito salga limpio. Sacamos del horno y dejamos enfriar los bizcochos en una rejilla. Frosting de queso Una vez tengamos los bizcochos fríos preparamos el relleno y cobertura. Batimos todos los ingredientes del frosting de queso con varillas hasta conseguir la cremosidad deseada. Rellenamos los bizcochos y colocamos uno encima de otro. Por último cubrimos. Decoración Podemos decorar con corazones de fondant y azúcar de color rojo. |